El Reino Unido acaba de poner por escrito una nueva ley que clasifica oficialmente las criptomonedas como propiedad según el derecho inglés. La medida ha sido aprobada y ha recibido el Asentimiento Real (Royal Assent) el 2 de diciembre de 2025, entrando en vigor a todos los efectos.
Esta medida transforma un largo período de incertidumbre legal en una regla clara sobre "quién posee qué" cuando se habla de Bitcoin, stablecoin y otros activos tokenizados.
Según el informe, el proyecto de ley — denominado Property (Digital Assets etc.) Act 2025 — crea una nueva "tercera categoría" de bienes personales específica para los activos digitales. La ley cubre las jurisdicciones de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.
Es importante hacer una distinción:
Incluso antes de la ley, los jueces ingleses ya estaban tratando las criptomonedas como propiedad en algunos casos específicos, basándose en la Common Law.
https://twitter.com/CryptoUKAssoc/status/1995872556851527848
Grupos legales como la UK Jurisdiction Taskforce sostenían desde hace años que las criptomonedas satisfacían las pruebas básicas para ser definidas como propiedad: pueden ser definidas, encontradas, transferidas y mantenidas durante un período de tiempo. La nueva ley simplemente incorpora esta visión al estatuto oficial.
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Con el estatus de propiedad escrito en la ley, las personas que poseen criptomonedas encontrarán más fácil iniciar demandas para recuperar activos robados o perdidos.
Pero hay otra cara de la moneda: los acreedores y administradores concursales tendrán bases más claras para incluir los activos digitales en las herencias y en los procedimientos de quiebra.
Los informes sugieren que el cambio hará más fácil obtener a través de los tribunales británicos:
Esto es fundamental para las víctimas de hackeos, los clientes de plataformas quebradas y cualquiera que esté tratando de dividir un patrimonio (por ejemplo, en caso de divorcio) que incluya criptomonedas.
La ley es un reconocimiento legal, no un manual operativo completo sobre cómo se compran, venden o gravan las criptomonedas. Los reguladores siguen controlando las licencias, los controles antilavado y la conducta del mercado.
Las autoridades fiscales continuarán definiendo cómo se valoran las ganancias. Según los comentaristas legales, esta ley actúa como una base: aclara primero la propiedad, permitiendo a legisladores y reguladores construir reglas más detalladas sobre esta base sólida en el futuro.
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