Era el año 2013 cuando llegó a los cines una de las películas de anime más esperadas en Latinoamérica. No solo era la oportunidad de ver en pantalla grande a un grupo de queridos héroes en acción, sino presenciar el regreso de una icónica saga. Fue así que en su momento se convirtió en una de las cintas más taquilleras del género en México y ahora, ha vuelto al catálogo de Netflix.
Conocido como el dios de la destrucción y encargado de mantener el equilibrio del universo, Bills se ha despertado de un largo sueño. Al escuchar los rumores de que un sujeto super poderoso derrotó al temible Freezer, decide viajar al planeta Tierra para enfrentarse a un digno oponente. Esto es Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses.
Con la supervisión del legendario mangaka Akira Toriyama, La Batalla de los Dioses se presentó como un punto de inflexión para la franquicia de Dragon Ball. No tanto porque se tratara de un reinicio de la historia, sino por ser la primera producción cinematográfica que tuvo un lanzamiento en cines después de más de diez años.
Además, por fungir a su vez como la primera película en formar parte del canon oficial de la serie. Esto ya que es una continuación directa situada años después de la batalla contra Majin Buu. Por si fuera poco, también fue una catarsis para los fans latinoamericanos por una sencilla razón: el regreso de las voces originales.
Como tal, de la trama no es necesario ahondar demasiado. Como sabemos, se basa en presentar a un villano imposible de vencer al que los guerreros Z deberán hacerle frente con todas sus fuerzas. Es más un desfile de peleas, artes marciales y fantasía con secuencias de acción deslumbrantes. Claro, con Goku entusiasmado por tener un nuevo reto por delante para superarse a sí mismo.
Sin embargo, más allá de presentarnos personajes jamás antes vistos, lo relevante es la evolución que tiene nuestro protagonista al conocer una nueva fase Super Saiyajin: el modo Dios. Si bien esto es algo propio del imaginario de Toriyama, puede que muchos fans se emocionaran al ver los tonos rojos que recuerdan a los listados de transformaciones inventadas por el fandom por allá de principios de los 2000.
Entonces, a la par en la que se respetó el canon, se abrió la puerta para nuevas aventuras. Así, La Batalla de los Dioses representó en su momento un choque de nostalgia al ver un nuevo estilo de animación que respeta lo hecho en los 90, pero digitalizado. Y sin duda, un abrazo al corazón al escuchar las voces que marcaron nuestra infancia con un elenco conformado por Mario Castañeda (Goku), René García (Vegueta), Carlos Segundo (Piccro), Luis Alfonso Mendoza (Gohan), entre otros.
Y tal cual explicamos al principio, otro punto interesante a destacar de esta entrega es que fue una de las películas de anime más taquilleras en la historia de México. Según recaban desde Televisa, en su año de estreno sumó alrededor 38 millones de pesos a nivel nacional. No es la cifra más exorbitante, pero ello dio pie a que el fandom mexicano avivara su ímpetu por ver esta saga en la gran pantalla.
Con los siguientes estrenos de La Resurrección de Freezer y Dragon Ball Super: Broly en 2015 y 2018, respectivamente, la recaudación incrementó conforme llegaron. La última sumó 123 millones de pesos. Y si bien La Batalla de los Dioses y La Resurrección de Freezer se adaptaron posteriormente dentro de los arcos de Dragon Ball Super, sin duda fue un momento de emoción para quienes crecimos con esta saga.
Así que si gustas darle una oportunidad o revivirla de nueva cuenta, te recordamos que ya puedes encontrar Dragon Ball: La Batalla de los Dioses dentro del catálogo de Netflix.
