La Unión Cívica Radical (UCR) tiene nueva conducción. El Plenario de Delegados se reunió hoy en la sede del Comité Nacional, sobre la calle Alsina, y ungió al joven intendente de Venado Tuerto, Leonel Chiarella, como nuevo presidente del espacio. Reemplazará a Martín Lousteau.
Chiarella, de 36 años, enfrenta el desafío de liderar un partido desgastado por sus propias internas y que aún no logra calibrar una posición unificada frente al avance de Javier Milei, un parteaguas en un espacio que se debate entre un acercamiento a la Casa Rosada y sus banderas tradicionales. Alfredo Cornejo y Leandro Zdero -aliados electorales de La Libertad Avanza- no acompañaron el nombramiento del santafesino por diferencias con Provincias Unidas.
“Vamos a dejar la vida en este partido”, aseguró el jefe comunal tras ser ungido con el apoyo de 81 delegados, y agregó: “Muchos decían que esto era ‘agarrar una papa caliente’. Para nosotros es el desafío más hermoso de nuestra vida política”.
Chiarella llega a la presidencia del radicalismo luego de que sus principales dirigentes rechazaran asumir el cargo. El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, quien hasta esta semana era la figura que mayor consenso reunía dentro del espacio centenario, sugirió que no tenía interés en liderar el partido.
En este contexto, Chiarella se hará cargo de la conducción nacional a partir del próximo lunes, cuando concluya formalmente el mandato de Lousteau, quien respaldó su encumbramiento, al igual que los gobernadores radicales de Provincias Unidas Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Juan Pablo Valdés (Corrientes). Los tres dirigentes participaron del plenario de esta tarde, al igual que los exmandatarios Gustavo Valdés, hermano y antecesor del gobernador correntino, y Gerardo Morales, de Jujuy.
El plenario comenzó con la presencia de 69 delegados -se necesitaban 52 para conseguir quórum- pasadas las 15:30, pero a los pocos minutos se abrió un cuarto intermedio que se extendió hasta casi las 17, cuando -con una mayor concurrencia- finalmente se confirmó la designación de Chiarella.
El joven intendente de 36 años recibió el apoyo de 81 delegados del plenario nacional.
Chiarella estará acompañado por la ex presidenta de la FUA, Piera Fernández como secretaria General, Inés Brizuela y Doria (La Rioja) cómo vicepresidente primera, Javier Bee Sellares (Córdoba) como vice segundo y María Inés Zigarán (Jujuy) como vice tercera. En la mesa también estarán como secretarios: Daniel Kroneberger (La Pampa), Gabriela Valenzuela (Corrientes), Danya Tavela (Buenos Aires), Ramón Mestre (Córdoba), Agustina Madariaga (Río Negro), y Daniel Angelici (CABA).
Tras su nombramiento al frente del partido, Chiarella aseguró que se dedicará a intentar a reconciliar las distintas corrientes internas que se multiplicaron en los últimos años, pero marcó un rumbo claro al afirmar que el radicalismo seguirá apostando a romper la polarización y no se alineará directamente con el gobierno de Javier Milei.
“Vivimos un momento en que la grieta solo beneficia a los que forman parte de la grieta; lo que nosotros queremos poder decirle a la sociedad, poder escucharla y contarle es que hay otra forma de ejercer la política”, sostuvo; es una postura similar a la que adoptaron los gobernadores de Provincias Unidas cuando decidieron lanzar un espacio propio y no sellar acuerdos con el oficialismo nacional en sus distritos, una estrategia a la que sí apelaron Leandro Zdero (Chaco) y Alfredo Cornejo (Mendoza).
Este último también se presentó en el Comité y, aunque se sumó más tarde, alcanzó a participar de una reunión privada previa a la votación con otros gobernadores. Según pudo saber LA NACION, en esa cumbre se habría planteado la posibilidad de unificar al radicalismo detrás de la posición de Provincias Unidas -que no deja de marcar distancia respecto de la administración de Javier Milei-, pero no se llegó a un acuerdo. Es un debate que continuará en los próximos meses, pese a que flamante presidente radical ya anticipó el rumbo por el que se terminará inclinando.
“Nosotros no entramos [al plenario]. Ni Leandro [Zdero] ni yo estamos de acuerdo con llevar el radicalismo a Provincias Unidas”, señaló Cornejo a LA NACION. Los delegados que responden a ambos mandatarios -alrededor de un tercio, según indicaron en su entorno- no participaron de la designación de Chiarella. Es una prueba más de cuán profundas son las divisiones que hoy definen la dinámica radical, aunque en algunos sectores advierten que el recambio de la conducción bastará como factor ordenador.
“Todos los partidos, después de la irrupción de Milei en la política, tienen divisiones internas. El radicalismo es un partido que esas divisiones las salda con sus cuerpos orgánicos que fue lo que pasó acá”, sostuvo Emiliano Yacobitti ante la consulta de LA NACION. Otros dirigentes como el diputado nacional Pablo Juliano plantearon la posibilidad de que la nueva cúpula abra espacios de discusión en la Convención Nacional para poder zanjar las diferencias internas.
Chiarella llegó a la municipalidad de Venado Tuerto en 2019, cuando apenas tenía 30 años, y fue reelecto en 2023 con el 83% de los votos. Ese alto grado de apoyo popular es uno de los capitales que pretende explotar el partido en su proceso de reconstrucción. Su corta edad también es un atractivo para un espacio que busca dar signos de renovación y ahora tendrá al presidente más joven de sus 134 años de historia.
En el partido subrayan, además, su extensa trayectoria y experiencia en gestión. El jefe comunal inició su militancia a los 15 años, cuando todavía transitaba el colegio secundario, pero fue en 2015 cuando logró su primer cargo electivo. Ese año, asumió como concejal de Venado Tuerto, un cargo que le permitió -según advierten en el radicalismo- iniciar un camino de lucha contra el narcotráfico y el delito en su ciudad. Es una agenda que luego profundizó tras llegar a la conducción del municipio y que se alinea con el enfoque de seguridad planteado por Pullaro para toda la provincia.
“Él ya nos sorprendió a todos desde el comienzo de la gestión cuando enfrentó al narcotráfico en Venado Tuerto”, aseguró Juliano a LA NACION al término del plenario. El diputado nacional, que desde esta semana integra el bloque de Provincias Unidas en la Cámara baja, conoció a Chiarella cuando ambos militaban en la Juventud Radical. “Es alguien que hacía mucha falta para todos nosotros, que nos sentíamos al filo del peligro, no solo por la poca edad, sino por la determinación, el empuje y la garra que tiene. Viene a renovar enormemente las expectativas sobre el radicalismo”, concluyó.


