Cada año, en las cocinas mexicanas se comete un ‘crimen nutricional’: el rechazo irracional al tejocote. Olvidado el resto del año y estigmatizado en diciembre por ser el relleno ‘duro’ de la piñata o de los aguinaldos, esta fruta de origen náhuatl ha sido víctima de una injusticia gastronómica que es hora de detener.
Y es que detrás de su agridulce e incomprendido sabor, hay toda una serie de beneficios que podrían -fácilmente- colocar al tejocote en la lista de superalimentos orgullosamente de origen mexicanos.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lo sabe y por eso salió en defensa de esta ancestral fruta. La Dirección General de Divulgación de la Ciencia publicó las poderosas razones para dejar de odiarla y darle un lugar en nuestra dieta.
Es una fruta mexicana de origen y su nombre viene del náhuatl Texócotl: tetl (piedra) y xocotl (fruto agridulce).
Está lleno de nutrientes, como vitaminas A y C, calcio y hierro. Las dos primeras fortalecen el sistema inmunológico contra gripes; el calcio es vital para la salud de los huesos, y el último es esencial para la prevención de la anemia y el buen funcionamiento del organismo.
El tejocote también es una importante fuente de antioxidantes que son clave para la salud; estos compuestos ayudan a proteger de enfermedades del corazón o la diabetes, y también contribuyen a la salud de los huesos.
Divulgación de la Ciencia de la UNAM destaca que se trata de una fruta muy versátil, es decir, que no sólo se usa para rellenar las piñatas o los aguinaldos en las posadas. Entre las principales formas de incorporarlo a nuestra dieta destacan:
Aquí una lista de las principales formas de consumirlo:
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la producción de tejocote en México se concentra principalmente en los estados del Eje Neovolcánico (Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Edomex, Ciudad de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y Veracruz).
Nuestro país es el mayor productor de tejocote a nivel mundial; tan solo en 2022, la producción alcanzó las 5,640 toneladas. A nivel nacional, Puebla es el líder indiscutible, generando 94% de la producción nacional, con 5,302 toneladas. Este estado se beneficia de las condiciones climáticas de la Sierra Nevada y el Pico de Orizaba, ideales para el cultivo del árbol.
El valor de la producción nacional en ese periodo ascendió a aproximadamente 61 millones de pesos. La producción de tejocote es estacional y alcanza su pico en la temporada de otoño e invierno, coincidiendo con su uso tradicional en el ponche y las fiestas decembrinas.


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