Como cada Nochebuena desde hace más de siete décadas, el Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (Norad) vuelve a rastrear el recorrido de Santa Claus alrededor del mundo para que niños y familias puedan saber dónde se encuentra Papá Noel en tiempo real.
La tradición indica que Santa inicia su viaje en Nueva Zelanda y Australia, donde anochece primero, y después continúa su ruta por Asia, África y Europa, antes de finalizar en América, repartiendo millones de regalos a lo largo del camino.
El seguimiento puede realizarse a través del sitio oficial de Norad, disponible en nueve idiomas —inglés, español, alemán, francés, italiano, portugués, chino, japonés y coreano—.
La plataforma muestra cuánto tiempo falta para que Santa llegue a cada lugar e incluye un contador que suma los millones de regalos entregados durante su travesía.
Además, los niños pueden llamar por teléfono a Norad, donde cerca de mil voluntarios responden preguntas sobre la ubicación de Santa Claus y la historia de esta tradición. El año pasado, alrededor de 380 mil llamadas se recibieron en la base Peterson, en Colorado Springs, sede del organismo.
Una de las dudas más frecuentes es qué sucede si los niños están despiertos cuando llega Santa. La respuesta de Norad es clara: Santa Claus solo entrega regalos a los niños que están dormidos.
También existen otras páginas oficiales como Santa Tracker, que es una plataforma digital de Google, la cual permite conocer en tiempo real cuáles son las ciudades en las que Papá Noel ha estado entregando regalos de Navidad.
Para verificar la ubicación del trineo de Santa Claus se utilizan los mismos mecanismos como el Sistema de Alerta del Norte, una red de radares de largo alcance que cubre el norte de Canadá y Alaska y que permite detectar el trineo apenas despega del Polo Norte.
A ello se suma la detección satelital infrarroja, capaz de identificar la nariz de Rodolfo el reno, que emite una señal de calor comparable a la de un misil, así como confirmaciones visuales desde aviones de combate cuando Santa entra en el espacio aéreo norteamericano.
Pese a este seguimiento, Santa Claus cuenta con total autorización para surcar los cielos.

