En una jornada en la que el precio internacional del barril de petróleo perforó los US$59 —impacto que se reflejó en las acciones de las principales empresas energéticas del país—, YPF anunció que invertirá US$6000 millones en 2026, un 20% más que este año.
Con una mayor oferta petrolera prevista para 2026, los analistas del sector proyectan un precio promedio del crudo en torno a los US$63, por debajo de los US$68 que promedió este año y muy lejos de los US$75 de 2024. Los escenarios más negativos incluso contemplan una caída hasta los US$55 por barril.
A pesar de este contexto, YPF prevé ampliar sus inversiones para sostener el nivel de actividad. El presidente y CEO de la compañía, Horacio Marín, explicó que parte de ese financiamiento provendrá de las reservas obtenidas por la venta del 50% de Profertil a Adecoagro, operación que le dejó US$600 millones, y por la transferencia del yacimiento convencional Manantiales Behr a Rovella Capital, que aportó otros US$500 millones. Se trató del último activo convencional que la petrolera conservaba en Chubut.
A esos recursos se sumarían los fondos que YPF podría obtener por la venta del 70% de las acciones de Metrogas, estimados entre US$500 y US$600 millones. Para avanzar con el proceso formal, la compañía aguarda que el Enargas extienda la licencia de concesión, que vence en diciembre de 2027, luego de 35 años de vigencia. La empresa contaba con el derecho a una prórroga de 10 años, pero la sanción de la Ley Bases amplió ese plazo a 20 años.
Durante el último trimestre, YPF produjo 240.000 barriles diarios de petróleo, de los cuales 170.000 correspondieron a producción no convencional en Vaca Muerta. Esto equivale al 70% del total y va en línea con el objetivo Marín, de convertir a la empresa en una productora 100% no convencional.
“Queremos tener una reserva de millones de dólares por posibles problemas en el precio del petróleo. Se espera que haya una baja el año próximo, pero no queremos bajar la actividad porque para 2027 se espera que el precio vuelva a subir”, dijo Marín, en un encuentro con periodistas en la Torre de Puerto Madero.
En las próximas semanas, YPF espera novedades clave en su proyecto para producir Gas Natural Licuado (GNL) en la Argentina, la principal apuesta estratégica de Horacio Marín para el desarrollo de la compañía. La iniciativa podría representar ingresos por exportaciones del orden de los US$10.000 millones anuales a partir de 2030.
Marín confía en sellar antes de fin de año el ingreso de XRG, el brazo internacional de inversiones energéticas de Adnoc (la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi), la cuarta petrolera más grande del mundo, con una producción diaria de 4 millones de barriles. El otro socio ya confirmado es la italiana ENI.
El paso siguiente será mandatar al banco JP Morgan para estructurar un financiamiento de proyecto equivalente al 70% del costo total de la iniciativa. El plan actual contempla producir, a partir de 2030, unas 12 millones de toneladas por año (MTPA), equivalente a 54 millones de metros cubicos (m3), el 35% de la producción total, mediante la instalación de dos barcos en la costa de Río Negro. El crédito ascendería a algo más de US$12.000 millones, con la participación de cerca de 200 bancos y unos 300 fondos de inversión, mientras que el resto se cubriría con aportes de los socios.
No obstante, Marín apunta a escalar el proyecto con la incorporación de un tercer barco de 6 MTPA, para lo cual YPF busca un nuevo socio que reemplace a Shell. La petrolera angloholandesa puso en pausa su participación casi un año después de haber firmado un acuerdo para analizar la viabilidad del proyecto. Entre las alternativas que evalúa la compañía figuran un fondo con participación de Saudi Aramco —la mayor petrolera del mundo—, una eventual reconsideración de Shell o la incorporación de una empresa estadounidense.
Si YPF logra ampliar la capacidad hasta 18 millones de toneladas anuales, el financiamiento estructurado por JP Morgan debería elevarse a unos US$17.000 millones, lo que implicaría un flujo de divisas significativo para la economía argentina. Las empresas esperan firmar la decisión final de inversión (FID) en el primer semestre de 2026.
En paralelo, a partir del próximo año la empresa avanzará con una estrategia de segmentación de su red de estaciones de servicio. Habrá tres categorías: las premium, que operarán bajo la marca YPF Black; las tradicionales, que mantendrán la denominación actual; y las de bajo costo, que pasarán a llamarse Refiplus y estarán ubicadas en zonas más alejadas y de menor demanda.
En las estaciones premium dejará de comercializarse nafta súper y se buscará reforzar la propuesta de valor, con especial foco en la oferta gastronómica. En ese marco, la compañía mantiene negociaciones con el chef Christian Petersen para mejorar las opciones disponibles a través de sus pizzas Zen, las empanadas de Nuestras Constumbres Criollas y sandwiches de Valenti.
También con McDonald’s para que haya locales de la icónica marca de hamburguesas en las instalaciones de las estaciones de servicio y con Farmacity.
Además, a partir de este verano, YPF instalará una estación modular en los puntos de mayor demanda, como la costa atlántica. Durante el invierno, la unidad sería trasladada a los principales centros de esquí.


