Zoe Gotusso, la cordobesa de 28 años de voz dulce y “chiquita” que comenzó su camino musical haciendo covers, que conoció el éxito con Salvapantallas (el dúo que formó junto a Santiago Celli), la cantante que llenó un teatro Gran Rex con su primer álbum solista el día que cumplió 25 años y que teloneó a Coldplay (2022) y a Paul McCartney (2024), cierra el año con un proyecto inesperado para los tiempos que corren.
Tan inquieta como curiosa, como ella misma se define, la cantante estrenó Detalles, un álbum de ocho canciones en el que reversiona al cantautor brasileño Roberto Carlos. “Es raro pero en mi cabeza tiene todo el sentido”, asegura risueña en diálogo con LA NACION. ¿Los temas elegidos? “La distancia”, “Camionera”, “Amada amante”, “Detalles”, “No te apartes de mí” (en colaboración con Rigoberta Bandini), “Qué será de ti” (con Juliana Gattas), “La paz de tu sonrisa” y “Un millón de amigos”.
-¿Cómo vivís un lanzamiento una vez que el álbum ya es de la gente?
-Primero, con mucha alegría porque es hermoso hacer música y es hermoso sacarla como concreción de un proyecto. A mí, más que música me gusta unir personas, hacer proyectos y crear cosas, en este caso, este disco. Entonces, estoy muy entusiasmada y muy emocionada porque me gustan los discos que hago. Eso sí, no los escucho. Mi familia y mis amigos también me preguntan cómo me siento cuando sale un disco y debo decir que no sé muy bien.
-¿Por qué?
-Hace dos años quería hacer este proyecto, hace menos de un año lo empecé a grabar y pensé tanto en esto que ya perdí mi objetividad. Y creo también que el momento de estar expuesta me inhibe un poco, me cuesta, no soy un robot. El otro día me dijeron: “Poné el disco”, y yo les dije: “Ni en pedo”. Me resulta raro poner mi disco, pero entiendo que mucha gente puede celebrarse en el momento. Yo me celebro de otra manera, pero estoy muy contenta y confío mucho en mi intuición y en lo que sentí haciéndolo, en eso soy como un mástil de hierro que no se mueve.
-Dijiste que te celebrás de otra manera. ¿Cómo?
-Me acariño sola, brindo en la intimidad con mi pareja, con mis amigos, pero no soy la que monta una fiesta el día que está dando un oral. Me cuestan estas cosas un poco forzadas que entiendo que la industria a veces quiere generar como un evento y cosas así. El autoarengamiento me hace sentir un poco boluda. Pero boluda es otra cosa, lo sé, tengo un trabajo muy digno. Me cuesta a veces celebrar mis cumpleaños. Imaginate sacar un cartel con tu disco diciendo: “Chicos, soy una genia, acá está, lo tenemos que escuchar ya”. Es raro.
-¿Cómo surgió la idea de hacer Detalles?
-Detalles surgió porque soy inquieta. Era verano, había alquilado una casa en el Tigre y en esas horas en las que no tenés nada para hacer escuché mucha música, todo lo que este tipo tenía en la casa, que eran discos en un reproductor viejo. Escuché “La distancia”, de Roberto Carlos, sin saber que era él y me emocioné mucho, se me erizó la piel. Pero no dije “Voy a hacer un disco de Roberto Carlos”, sino que pensé: “¿De quién es esta canción?“. Entonces, me metí a escuchar otra de él y otra y otra y pensé: “Qué buena obra, tengo que estudiar a este compositor y ojalá me haga escribir otras canciones”. Pero no me venían las canciones y yo quería interpretar.
-¿Ahí se te ocurrió hacer estas reinterpretaciones?
-Yo pensé que estaba estudiando composición y de repente terminé interpretando. Con Salvapantallas empecé haciendo versiones y me fue muy bien. Después, me peleé con las versiones porque no eran obra mía, hasta que me volví a amigar. De hecho, en mis discos siempre hay canciones que no son mías. Gustavo Santaolalla me ha dicho esto de que no todo tiene que ser de uno, no toda la obra es de uno. Y me di cuenta que yo también soy una voz, que la gente se puede emocionar aunque yo no lo haya escrito. Pensaba que eso no tenía mérito y lo tiene, es como revalorizar una obra. Y, después, me encantó Roberto Carlos y sus canciones, así que dije: “Vamos a hacerlo”, lo cual me parece rarísimo.
Zoe Gotusso Y Juliana Gattas-¿A quién se lo contaste primero?
-A mis amigos de Sony, que no daban crédito porque supongo que quieren que cante mis canciones, porque es lo que hablamos cuando nos dimos la mano. Así me presenté en la industria, como una compositora que quiere viajar con sus canciones. Entonces, de repente fue: “Muchachos, ahora tengo ganas de hacer esto”. Ojos abiertos. Pero las ideas son de uno, hay que confiar en las ideas. Por eso, volviendo a tu primera pregunta, cuando uno confía en una idea y se anima a exponerla, te da cagazo porque tenés que ir con la tuya. Y yo fui con la mía: 2025, un disco donde Zoe interpreta a Roberto Carlos. En mi cabeza me hace todo el sentido. Hay gente que lo entiende, hay mucha gente que no, pero por suerte no hay que entender nada, solo hay que disfrutar y escuchar. A veces me gusta cuando descolocás un poco al público. Si no todo es muy obvio, todo está muy globalizado. Eso es insoportable.
-¿Es cierto que tu mamá te dijo que estabas loca por querer hacer este disco?
-Hay algo generacional interesante. Voy a hablar en criollo: Roberto Carlos tiene prensa de cursi, de grasa, o lo que le quieran poner. Eso es para la generación arriba mío, pero para la generación de mi abuela no, es lo más grande que hay, es como Juan Gabriel, cool. Lo cursi es cool. Yo siempre me sentí así. Mi último disco se llama Cursi y soy una romántica, pero hoy, el romanticismo, si bien hay de todo, creo que lo que más se escucha es muy vulgar para mi estilo. Quizás soy un poco chapada a la antigua, o quizás nunca se fue lo antiguo. Todo pega la vuelta, ¿viste? Me parece increíble que haya hecho este proyecto. Estoy muy contenta y pienso que nadie está haciendo eso, y eso me parece divertido.
-María Wolff, tu pareja, es la productora del álbum. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar juntas por primera vez?
-Muy buena, fue muy hermoso y desafiante. Por ejemplo, cuando empecé a trabajar con Cachorro López no tenía tanta confianza y no le iba a decir: “Che, esto está raro”, pero a tu pareja sí se lo decís, y por ahí ella reacciona y vos reaccionás, pero es un aprendizaje hermoso. A veces nos peleábamos y discutíamos como cualquiera en el trabajo, pero más porque es mi pareja; pero podría hacer otro disco con ella. Me gusta cuando las cosas están en familia. María es muy talentosa y lo haría de nuevo.
-¿Cómo lograste apropiarte de estas canciones que fueron escritas en otra época?
-No sé cómo lo hago, pero supongo que es, primero, porque me gusta mucho la canción, no lo pienso tanto. La toco muchas veces en el piano [aclara que no toca el piano] y en la guitarra, y la estudio mucho. No sé cómo hacía Mercedes Sosa, no me quiero comparar con ella, pero no sé cómo ella o Luis Miguel hacen que una canción sea propia. Tienen estilo y cantan lo que tienen ganas de cantar, ¿no?
-Al principio me decías que te peleaste y después te amigaste con los covers. ¿No está ese ego del artista de querer despegarse de la obra ajena?
-Ahora estoy más amigada, pero soy escritora de canciones y me toca un poco el ego hacer una obra que no escribí, como que ahora estamos todos hablando de Roberto Carlos. Por suerte, porque es insoportable hablar tanto de mí. También me pasa que ya estoy pensando en hacer mis temas.
-¿Estás afilando el lápiz para volver a componer?
-Está afiladísimo, ya me senté a escribir. Tengo ganas de descansar y de componer.
-¿Vas a seguir por el lado del romanticismo?
-Cero. No, de hecho, me cansé de mí. También me pasa que no soy tan inocente como antes. Entonces, ya es como adolecer, como crecer. La vida me parecía más magnífica antes. Me sigue pareciendo magnífica, no quiero decir algo polémico, pero me parece terrible también, y ahora, cuando estoy escribiendo con mis amigos, no puedo ser tan naive, no me sale. Mis canciones son muy amorosas y estas siento que no lo son tanto, son más como de lastimaduras y más abstractas. También estoy escuchando cosas más alternativas, otro tipo de músicas.
-¿Te contactaste con Roberto Carlos para pedirle permiso?
-No hubo contacto. Hice un Zoom con el hijo de Erasmo Carlos, que actualmente es manager de Roberto. Le conté de este proyecto y estaba encantado porque debe sentir que el legado sigue en alguien joven. Le mandé una presentación y le dije: “Soy Zoe, una cantante y compositora de Argentina y tengo ganas de hacer este proyecto, que son las canciones en español de Roberto Carlos y Erasmo Carlos”. Y me mostré muy entusiasmada y agradecida. Fue todo por escrito, muy formal, con imágenes, muy de otra época. Puse fotos mías en Brasil para que me conozcan porque Roberto Carlos no tiene celu, no tiene mail, nada. No necesitaba su permiso para hacerlo, pero me parecía lindo decírselo.
-¿Después no tuviste más contacto?
-No, aunque estoy segura de que se lo mandaron porque tenemos mucha gente en común y estamos en la misma industria. Debería mandarle un correo.
-¿Te gustaría hablar con él?
-Un poco no pero un poco sí, ahora sí me gustaría conocerlo. En el proceso no quise. Si bien es un tipo de homenaje, hice un poco lo que quise. Entonces, prefiero no darte la mano porque si te doy la mano no puedo hacer lo que quiero. Si me hago tu amiga, ¿voy a tener que hacer la tapa de azul como te gusta a vos? ¡Ni en pedo! No me dieron nada de pautas pero es un tipo muy particular, muy obsesivo con los colores, con las maneras de hacer las cosas, como un Luis Miguel. De hecho, él vino acá y me dijeron “a ver si nos conectamos”. Fui a verlo con María a su show en el Movistar Arena y me emocioné un montón, pero me quisieron juntar con él y pedí por favor que no. Es raro porque cómo decís eso sin ser irrespetuosa. Esta es la explicación: quería hacer un poco lo que quería.


