Una pileta negra logra un efecto espejo de agua en donde el paisaje se duplicaUna pileta negra logra un efecto espejo de agua en donde el paisaje se duplica

El color del agua: piletas en distintos revestimientos para un verano a tono

2025/12/16 03:08

Decir piscina e imaginar un rectángulo de agua celeste es lo más frecuente. Pero es una obviedad que descarta una amplia gama de variedades, porque las hay de diferentes tonos y colores, un aspecto que no es un detalle menor. Define el carácter del jardín, condiciona cómo se percibe el agua y puede transformar por completo un espacio exterior. No es lo mismo una pileta negra, dramática y espejada, que una color arena, integrada al paisaje.

La clave está en entender qué materiales generan cada tono y cuáles son sus ventajas y desafíos. Con ejemplos reales del archivo de LIVING, distintas opciones para ampliar las alternativas al celeste.

Verde

Integración con el paisaje

Las piletas verdes, realizadas con venecitas en tonos oliva, esmeralda o combinaciones de verdes, proponen una estética natural, casi de laguna. Son ideales para jardines frondosos o casas que buscan una relación más orgánica con el entorno.

La Casa Kurchan en Martínez de Gaby Candioti logra mimetizarse con la vegetación circundante

Generan una sensación relajada y natural, integran visualmente la pileta al jardín y suavizan el contraste entre agua y vegetación. Pero, si el tono no está bien elegido o el entorno no acompaña, el agua puede verse turbia o poco atractiva. Requieren un diseño cuidado y buen mantenimiento del agua.

En San Antonio, Uruguay, una casa refugio con pileta verde que tiene tapa corrediza


Gris

La neutralidad al poder

El gris se volvió uno de los tonos preferidos en proyectos de arquitectura y paisajismo. Se logra con venecitas, microcemento impermeabilizado o porcelanato en baldosas de gran formato. El resultado es una pileta sobria, elegante y fácil de combinar.

El proyecto de Bibiana Valeiras integra agua y arquitectura con delicadeza. A la pileta principal se suma un espejo de agua lateral atravesado por un puente. Todo está revestido en piedra Bali, que aporta resistencia y textura natural, mientras que el paisajismo selvático de Eugenia Anaya suaviza las rectas de la construcción. Escultura de Manuel de Francesco

Hay que tener cuidado en algunos casos ya que el gris es muy oscuro o frío, así que el agua puede verse apagada, sobre todo en espacios chicos o con poca luz natural.

En este caso, el color de la piscina dialoga con las columnas de la galería

Blanco

A por la máxima luz

Las piletas blancas, realizadas en microcemento técnico o venecitas claras, logran un efecto impactante: el agua toma tonos turquesa y refleja la luz como pocas lo cual hace que la pileta se vea más grande y genera una estética limpia y contemporánea.

En una casa diseñada por Tomás Magrane y Martina Correa, lo que iba a ser un estanque terminó convirtiéndose en una pileta de 50 cm de profundidad cuando llegaron los hijosEn la terraza de un departamento del edificio Pont Bleu, del Estudio Abramzon, la pileta blanca aporta luminosidad incluso al ambiente contiguo

Negro

Alto impacto y buenos reflejos

Las piletas negras, resueltas con venecitas oscuras, porcelanatos en tonos carbón o pinturas especiales para piscinas, generan un efecto de espejo profundo que resulta muy sofisticado.

Catorce metros de infinito que encuentra en el negro su efecto profundidad y se funde con el lago en esta casa en Escobar

Funcionan especialmente bien en casas de arquitectura contemporánea, con decks de madera oscura, hormigón visto o paisajismo minimalista.

La desventaja es que absorben más calor, por lo que el agua puede sentirse más tibia. También hacen más visible la suciedad superficial, como hojas o polvo, y requieren un mantenimiento visual más frecuente.

En la casa de Diego Goronda en España, donde había una cancha de tenis abandonada, se ubicó la piscina de 20 metros de largo y en negro para lograr lo que en inglés denominan reflecting pool

Celeste

La frescura clásica que nunca falla

El celeste sigue siendo el color más asociado a la pileta tradicional. Se consigue con venecitas, mosaicos esmaltados o microcemento pigmentado y transmite inmediatamente sensación de limpieza y frescura.

En un histórico barrio cerrado de Del Viso, Lala Loviscek renovó y amplió una casa que equilibra lo tradicional con lo moderno

La gran ventaja es que el agua se ve clara, luminosa y transparente. Es un color fácil de combinar con distintos estilos y materiales, y resulta muy agradable a la vista.

Aunque puede resultar previsible si no se acompaña con un diseño interesante en bordes, solados o paisajismo.

Arena

Efecto playero

El color arena, logrado con microcemento pigmentado, venecitas beige o revestimientos símil piedra, propone una estética suave y relajada, muy asociada a casas mediterráneas o de espíritu natural.

En San Diego, la piscina de esta casa tiene desniveles que, junto al color arena, dan un efecto costero

El arena es un color que se integra fácilmente al paisaje, suaviza los contrastes y genera una atmósfera cálida y elegante. Para lograrlo, necesita buenos contrastes en el entorno para destacarse.

Azul

Profundidad y carácter mediterráneo

El azul, en sus versiones más intensas, aporta una estética sofisticada y profunda. Se usa mucho en venecitas esmaltadas o porcelanatos especiales.

Ideal para espacios muy amplios, realza el color del agua, transmite frescura y profundidad y combina muy bien con madera, piedra y vegetación exuberante.

Las líneas geométricas de la pileta también repiten las formas de las vigas de la galería y la planta alta

No es recomendable elegir azul muy oscuro para piletas chicas o poco luminosas, porque reduce visualmente el espacio y lo volvería más pesado.

A rayas

Originalidad con estilo propio

Las piletas a rayas son una opción menos convencional, pero cada vez más presente en proyectos de autor. Se logran combinando venecitas de dos o más colores —generalmente en franjas horizontales— o alternando tonos claros y oscuros dentro de una misma paleta, como blancos y azules, grises y negros, o arena y beige. El resultado es un efecto visual fuerte, con impronta gráfica y cierto aire retro que remite a piscinas clásicas europeas.

La arquitecta Cecilia Gómez Abuin, fundadora de Monoestudio, fue por las rayas en rojo y blanco con revestimiento calcáreo

Estos diseños aportan personalidad y permiten jugar con la percepción de profundidad y largo de la pileta.

Bien resueltas, elevan el proyecto y lo vuelven único. Aunque requieren una ejecución muy precisa para que las líneas queden perfectamente alineadas y prolijas.

En sentido perpendicular a la galería, la pileta se diseñó con revestimientos artesanales de 10x10cm en dos colores: verde oscuro para el fondo y patrones geométricos turquesas que evocan los andariveles de las de competición.
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